Domingo 29 de Diciembre de 2013
La Sagrada Familia de Jesús, María y José
La fiesta de la Sagrada Familia comenzó a
celebrarse en algunas regiones de Europa a partir del siglo XVI. La
Iglesia comenzó a celebrarla como fiesta universal a partir de 1921. En
este día, le presentamos a Dios nuestras familias y a cada uno de sus
miembros, para que nuestra casa sea lugar donde Dios habite.
Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre.
Oración colecta
Dios y Padre nuestro, que en la Sagrada
Familia nos ofreces un verdadero modelo de vida, concédenos que,
imitando en nuestros hogares las mismas virtudes y unidos por el amor,
podamos llegar, todos juntos, a gozar de los premios eternos en la casa
del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de
los siglos.
1ª Lectura
Lectura del libro del Eclesiástico. Ecli 3, 3-7. 14-17
El que honra a su padre expía sus pecados
y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro. El que
honra a su padre encontrará alegría en sus hijos y cuando ore, será
escuchado. El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece
al Señor da tranquilidad a su madre. El que teme al Señor honra a su
padre y sirve como a sus dueños a quienes le dieron la vida. La ayuda
prestada a un padre no caerá en el olvido y te servirá de reparación por
tus pecados. Cuando estés en la aflicción, el Señor se acordará de ti, y
se disolverán tus pecados como la escarcha con el calor. El que
abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su madre es
maldecido por el Señor. Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás
amado por los que agradan a Dios.
Palabra de Dios.Comentario
Estos consejos sapienciales son un modo
de concretar el mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre”. Se
reconoce en los padres a los transmisores de la fe y de la vida, y por
eso, honrarlos es motivo de bendición.
Salmo 127, 1-5
R. ¡Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos!
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda
en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoños de olivo
alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor!
¡Que el Señor te bendiga desde Sión
todos los días de tu vida:
que contemples la paz de Jerusalén! R.
2ª Lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas. Col 3, 12-21
Hermanos: Como elegidos de Dios, sus
santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión.
Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia.
Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que
alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado:
hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el
vínculo de la perfección. Que la paz de Cristo reine en sus corazones:
esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y
vivan en la acción de gracias. Que la Palabra de Cristo habite en
ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la verdadera sabiduría,
corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud y de todo
corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo que puedan decir o
realizar, háganlo siempre en Nombre del Señor Jesús, dando gracias por
él a Dios Padre. Mujeres, respeten a su marido, como corresponde a los
discípulos del Señor. Maridos, amen a su mujer, y no le amarguen la
vida. Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al
Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, para que ellos no se
desanimen.
Palabra de Dios.Comentario
La visión de la familia que ofrecen los
textos bíblicos no está exenta de los condicionamientos culturales del
ambiente en que fueron escritos. Por encima de eso, la carta presenta un
ideal de convivencia en el amor y la oración común. Oremos por nuestras
familias, para que en ellas se manifieste en forma patente el amor de
Dios.
Aleluya Col 3, 15-16
Aleluya. Que la paz de Cristo reine en sus corazones; que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Aleluya.
Evangelio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Mt 2, 13-15. 19-23
Después de la partida de los magos, el
Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma
al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te
avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se
levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí
permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el
Señor había anunciado por medio del Profeta: “Desde Egipto llamé a mi
hijo”. Cuando murió Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a
José, que estaba en Egipto, y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su
madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que
atentaban contra la vida del niño”. José se levantó, tomó al niño y a su
madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao
reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y,
advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se
estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había
sido anunciado por los profetas: “Será llamado Nazareno”.
Palabra del Señor.